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ABRIL 2022: DEMOCRACIA , EXTREMA DERECHA Y OTRAS COSAS

ACERCA DE CORDONES SANITARIOS

1. Cuando se acusa a los chinos de falta de democracia, replican que un régimen político se legitima si resuelve los problemas de la mayoría de la población. Y resulta que, si empleamos ese criterio (que es claramente imprescindible aunque no sea el único), las llamadas “democracias occidentales” quedan deslegitimadas. En ellas ha ido aumentando la pobreza y exclusión de mayorías sociales. Y se hace todo lo posible para que la ignorancia de esas mayorías no disminuya.

Entretanto Elon Musk, a quien se achaca una fortuna de 250 mil millones de dólares, ha comprado Twitter por más de 40.000 millones.

Lo extraordinario es que esta noticia se comenta como si sólo preocupara el futuro de la libertad de expresión en la plataforma.

Pero veamos: la lógica del capitalismo determina cómo son nuestros sistemas políticos, de éstos dependen nuestras legislaciones y de ellas depende la posibilidad de que alguien robe legalmente tamaña cantidad de riqueza social. ¡Pues lo peor del asunto es que cabe que el señor Musk haya conseguido esa fortuna legalmente! ¿Quién se la ha dado? El mercado. ¿Y cómo se puede llamar democrática una sociedad que asigna al mercado la facultad de distribuir la riqueza social entre la población con tales resultados? Como bien se sabe el mercado da más a quienes más tienen y menos a quienes tienen menos, con el agravante de que los ricos, precisamente en virtud del poder que les da su riqueza, impiden cualquier método de corrección de esa injusticia. Es el Poder del capital el que establece la casi nula contribución de los ricos a los gastos del Estado, el que impide que se acabe con los paraísos y trampas fiscales, el que presiona para que sean suyos y no públicos los sectores económicos básicos (la energía, las comunicaciones, las plataformas digitales, la sanidad, la industria farmacológica, la industria armamentística, la educación…).

Es inevitable que en las llamadas “democracias” todas las instancias decisivas estén controladas o corrompidas por el capital.

2. Toque a rebato porque la extrema derecha puede formar parte de gobiernos “democráticos”.

Olvidamos que en España la extrema derecha lleva influyendo en la vida pública desde siempre. Vox no es otra cosa que la parte del Partido Popular que estaba cansada de disimulos. Por eso creo que a los que se alarman por Vox les debiera parecer más peligroso el PP y en general la derecha neoliberal, que ha ido desmantelando la educación y la sanidad públicas y ha ido echando la carga fiscal sobre los hombros de la mayoría para impúdica satisfacción de los más ricos. Teniendo en cuenta que todo esto le ha sido tolerado por la población, creo que si Vox desde un gobierno quisiera llegar más lejos tendría que enfrentarse a grupos más beligerantes.

El problema no está en Vox, ni en Le Pen, ni en Trump. El problema está en los millones de personas que los votan. ¿Cómo se puede poner en Francia un cordón sanitario a más de 13 millones de franceses que suponen un 41,46 por ciento de los votos emitidos en la segunda vuelta de las últimas elecciones? Y si se piensa que el partido que los representa tiene una enfermedad contagiosa, una especie de peste, lo lógico sería preguntarse por qué millones de ciudadanos votan a ese partido enfermo y no a los sanos. No basta decir que muchos trabajadores votan a la extrema derecha porque están desencantados de los partidos tradicionales, o porque así dan salida a su cólera. Ello significa que nuestra sociedad fabrica desencanto y cólera, pero además poblaciones mentalmente enfermas, pues si estuvieran mentalmente sanas el desencanto y la cólera las impulsarían en la dirección contraria. El auge de los partidos de extrema derecha es un mero síntoma.

La izquierda debería reprocharse su pasada inacción y respecto al futuro preguntarse cómo introducir salud mental en quienes votan contra sus propios intereses por ignorancia. Pero sobre este punto ya he dado mi opinión (ver aquí).

3. En consecuencia, desconfíen de quienes afirman, o dan por supuesto, que vivimos en democracia y que eso nos coloca por encima de los países a los que calificamos de no democráticos. Quienes así hablan suelen presentarse como analistas sesudos y responsables, a veces cargados de títulos académicos, pero o bien buscan un buen pago como defensores del sistema, o temen el castigo que cae sobre quienes no secundan la mentira obligatoria. Por ello las personas razonables estamos obligadas a repetir tantas veces como sea necesario que quienes se presentan como adalides de la verdad no dicen la verdad.

¿Democracia y respeto a los derechos humanos en Occidente? No nos hagan reír.

Me remito a lo dicho aquí.

NACER EN UN CUERPO EQUIVOCADO

He leído en un diario: “Me vieron un pito y a partir de ahí construyeron cómo debía ser yo”.

Cuando se dice que las personas trans han nacido en un cuerpo equivocado se está apelando, así sea implícitamente, al mito del alma: un alma de mujer ha sido asignada por error a un cuerpo de hombre, o un alma de hombre ha sido asignada por error a un cuerpo de mujer. De ello se sigue que como los testigos sólo ven el cuerpo del recién nacido, no el alma, pueden equivocarse cuando dicen ha nacido un niño o una niña. En algunos casos hubieran dicho lo contrario si, pese al pene o a la vulva, hubieran podido percibir el alma. Por tanto lo correcto sería decir cuando alguien nace: “a saber cuál será el sexo del recién nacido”.

El caso es que la observación del cuerpo es muy útil aunque no permita hacer predicciones sobre futuras preferencias sexuales. Si decimos que ha nacido una niña estamos anticipando sucesos relevantes, como que en la pubertad tendrá la regla, que generará óvulos, que podrá quedar embarazada, que tendrá la menopausia, que responderá al estándar femenino en cuanto a fuerza corporal y estatura por relación con el estándar masculino, etc. Si decimos que ha nacido un niño estamos anticipando futuros sucesos muy distintos e igualmente relevantes.

El mito del alma (que implica tener un “yo” innato, el verdadero yo), no sólo es gratuito, sino que va contra toda evidencia. Sabemos que la criatura recién nacida es un cuerpo con una mente en blanco, sin apenas contenidos, ninguno desde luego sobre su “yo” o su sexo.

Los significados sobre “yo” y “otros”, sobre el sexo propio y el ajeno, sobre gustos y propensiones sexuales se van a ir fabricando a partir de las experiencias biográficas y de los materiales sociales que ingresan y se organizan en la mente. De manera que tiene carácter social la asimilación del papel masculino por el niño y del femenino por la niña, pero también las asimilaciones contrarias, la rebeldía contra los papeles impuestos, la idea de nuevas posibilidades, las teorías acerca de todo ello.

He leído en la Red el primer capítulo de Nadie nace en un cuerpo equivocado. Éxito y miseria de la identidad de género de José Errasti y Marino Pérez Álvarez, ambos profesores en la Facultad de Psicología de la Universidad de Oviedo, y me ha parecido bien escrito. En una entrevista ambos autores opinan que el silencio de la Academia sobre los excesos de la teoría queer se ha debido al miedo.

Mi experiencia es que en las Facultades de Filosofía, allá por los años 70, algunas feministas compraron en seguida el pensamiento posmoderno, fuertemente promocionado pese a ser producto reaccionario y averiado. El progresismo conservador tiene mala conciencia y lo compensa con fanatismo. La teoría queer sólo puede defenderse acusando de odio a quien la contradiga.

¡Si se ha llegado al desbarajuste de promover santa indignación contra aquel autobús de la extrema derecha que exhibía la inocente, trivial y realista expresión “los niños tienen pene y las niñas tienen vulva”, la cual no se convierte en una falsedad, ni en delito de odio, ni en algo deleznable sólo porque la afirme la extrema derecha!

Acerca de cómo el pensamiento posmoderno fue una reacción contra la ciencia y contra el marxismo ver aquí.

EMPODERAMIENTO

Está de moda ligar dos palabras, “mujer” y “empoderamiento”, no importa que esta última sea palabra fea e incierta, pues ¿qué significa?

Signifique lo que sea, está claro que las mujeres tienen que empoderarse. ¿Cómo? Leo que una rapera empodera a las mujeres en África. En determinados contextos cabría pensar que son buenos ejemplos de empoderamiento Rosalía, o Pilar Rubio, o esa mujer que aparece taconeando de manera ridícula en un anuncio de perfume, o las que transitan por los platós televisivos como ejemplos de glamour y belleza.

Una palabra más adecuada que “empoderamiento” sería “liberación”. Hombres y mujeres tenemos que liberarnos de muchas de las ideas que nos ha impuesto nuestra cultura, por ejemplo la de “bello sexo”, que esclaviza a las mujeres y les hace sufrir mil consecuencias funestas (ver aquí).

Pero la idea de “bello sexo” parece invulnerable. Una mujer alaba que Julia Roberts no disimule en un anuncio sus arrugas de cincuenta y cuatro años, pero para decir a continuación que nunca vimos a una mujer con su verdad de esos años “haciendo de guapa que vende belleza por todo lo alto.”

Hacer de guapa y vender belleza (es decir, productos de belleza) “porque nosotras lo valemos”. Y las feministas como si no pasara nada.

LA INFORMACIÓN SOBRE LA GUERRA DE UCRANIA

Dice Sousa Santos (Público, 24 de abril) que en el eje comunicacional del Atlántico Norte vivimos en una guerra de información sin precedentes en Europa, aunque él conoció algo semejante en Estados Unidos en dos ocasiones (durante la guerra de Vietnam, que culminó con la publicación de los papeles del Pentágono en 1971, y durante la guerra de Irak, engaño político del que resultarían muchos crímenes de guerra). Pero “en Europa nunca había asistido a este tipo de guerra de información, al menos no con la magnitud actual. Se caracteriza por la erosión casi total entre hechos y manipulación de las emociones y las percepciones, entre hipótesis o conjeturas y verdades incuestionables.”

Sólo puedo añadir que se me ha hecho imposible soportar un momento más de televisión o radio cuando el tema es la guerra de Ucrania. Para colmo se alardea aquí de libertad de expresión y se condena la censura rusa, pero al mismo tiempo se prohíben o censuran medios rusos.

Por cierto, Yolanda Díaz, tras reivindicar «la diplomacia y la paz», ha recordado que la invasión rusa de Ucrania es «una agresión absolutamente ilegítima que vulnera el Derecho Internacional» y que en situaciones como esta «los pueblos tienen derecho a la legítima defensa», razón por la que termina aprobando el envío de armas a Ucrania.

Aun si aceptamos que es razonable lo que dice nos ha de sorprender que se tome buen cuidado de no decir nada acerca de los antecedentes de esta guerra. ¿Acaso cree ella también que examinar los antecedentes causales de un crimen es legitimar el crimen?

LA LEY DEL EMBUDO

Yolanda Díaz, como política que aspira al poder, sabe que no debe decir nada que moleste al Poder.

Muchos que afirman que todo país tiene pleno derecho a hacer pactos militares con la OTAN y con EE.UU. no conceden el mismo derecho a quienes pactan con China. El primer ministro de Australia, Scott Morrison, ha advertido de que la construcción de una base militar por parte de China en Islas Salomón, en el marco del acuerdo de seguridad firmado por ese país con Pekín, sería una «línea roja» que ya es contemplada por los países regionales y también por Estados Unidos. China ha dicho que no prevé construir base alguna, pero si la construyera en el marco de ese acuerdo de seguridad ¿cómo se le puede negar el derecho a hacerlo y en cambio defender el derecho de EE.UU. a tener centenares de bases militares esparcidas por todo el mundo?

Es natural que el llamado Occidente se vaya ganando en el resto del mundo un desprestigio creciente. Ya nos van viendo no como ejemplo moral a seguir, sino como un conjunto de depredadores mentirosos, insaciables y matones.

SIMULACRO DE TRANSPARENCIA REAL

No voy a comentar el decreto-ley sobre la corona, nuevo sapo que tiene que tragar UP. Lo han comentado muy bien en Público Ramón Luis Soriano Díaz (El abusivo, cínico e insuficiente decreto-ley sobre la monarquía), José Antonio Martín Pallín (Una monarquía entre algodones) y Joaquín Urías (Transparencias y vergüenzas del rey).

Sólo quiero añadir que la transparencia en el comportamiento de la monarquía española es imposible, pese a que sería muy fácil implementarla. Prueba de la dificultad es que PP, PSOE y Casa Real han estado muchos meses dándole vueltas a un asunto que, dados los modelos internacionales, hubiera podido resolverse en una tarde. Y esto convierte todo el proceso en sumamente sospechoso.

Veamos: si el emérito tiene un patrimonio oculto de 2.000 millones de dólares según la última estimación de la revista Forbes ¿qué sentido puede tener la declaración de su hijo de que su patrimonio es de 2,5 millones de euros?

Por una parte se trata de una declaración voluntaria a la que no está obligado en el futuro, pero sobre todo es una declaración de patrimonio comprobable, compatible con la existencia de un patrimonio oculto. ¿Adónde irá el patrimonio del rey emérito cuando muera? Por supuesto que ni la existencia de ese patrimonio ni su reparto aparecerán en el testamento, entre otras cosas porque anda escondido en paraísos fiscales, sociedades falsas y testaferros. De manera que Felipe VI puede renunciar a la herencia del padre y disfrutar al mismo tiempo de una fortuna oculta.

Aumenta las sospechas el hecho de que si el rey propusiera un cambio en la Constitución para restringir su inviolabilidad a los asuntos oficiales, tanto el PP como el PSOE lo apoyarían. ¿Por qué Felipe VI no quiere perder ese indecente escudo que ha servido a su padre para no ser condenado a cárcel por sus delitos?

¡Triste cosa y muy mal síntoma que nuestro país acepte sin rebeldía esta monarquía que nos impuso Franco!

Si quiere hacer algún comentario, observación o pregunta puede ponerse en contacto conmigo en el siguiente correo:

info@jmchamorro.es